La biblioteca prohibida de Olivares

sta curiosidad que he encontrado sobre don Gaspar de Guzmán, conde duque de Olivares, sé que os va a encantar a muchos de los seguidores de Villa y Corte en su vertiente más "aquelarriana". Si no eres capaz de inventarte una aventura con ella, es que no tienes sangre de demonio en las venas...

"Cuando fue catalogada hacia mediados de la década de 1620 la biblioteca de Olivares contenía unos 2.700 libros impresos y 1.400 manuscritos. Algunos de estos libros eran heredados, por ejemplo, las numerosas obras sobre América (...) que tal vez las adquiriera su suegro, el conde de Monterrey, cuando fue virrey de México y Perú. Cuando se convirtió en un gran personaje público y se divulgó su manía de coleccionar libros, era natural que recibiera muchos en concepto de regalo (...). Algunos de estos regalos fueron más voluntarios que otros. La visita que realizó a Aragón y Cataluña en compañía del rey en 1626 le produjo una rica cosecha de preciosos códices que arrebató de las desganadas manos de los monjes. Los ocupantes de la cartuja de Aula Dei de Zaragoza se vieron privados de su fabulosa colección de códices griegos, latinos y árabes (...); también los monasterios de Poblet, Montserrat y San Juan de la Peña le proporcionaron nuevos manuscritos. Allá donde iba, dejaba a su paso un rastro de monasterios saqueados, despojados de sus tesoros más preciados (...).

Escudo de armas del conde duque de Olivares
Los códices antiguos, tanto clásicos como bíblicos, constituían evidentemente una atracción irresistible para Olivares y, en cuanto los adquiría, eran encuadernados con unas imponentes cubiertas en las que iban grabadas las armas de la casa de Guzmán. Estos códices, aunque eran las joyas de su biblioteca constituían sólo una pequeña parte de ella. La colección se dividía en libros impresos y manuscritos, subdividiéndose a su vez en obras en latín (incluidos el griego y el hebreo), español (catalán, portugués y valenciano, además del castellano), francés (incluidos el alemán y el flamenco) y "toscano". Había asimismo una importante sección de obras prohibidas, incluidas en el Índice de Libros Prohibidos y Expurgados, que se le permitió tener gracias a dispensas especiales del Inquisidor General, el nuncio de la Santa Sede, y del legado papal que visitó Madrid en 1626, el cardenal Barberini.

(...) La sección de los libros prohibidos guardaba las obras de Melachthon y Calvino (pero no las de Lutero), así como unos trece libros de Erasmo incluidos en el Índice, junto con una serie de escritos erasmistas o heterodoxos, entre ellos el famoso Catecismo de Bartolomé Carranza. Esta sección incluía también el Corán y numerosas obras hebreas. El hecho de que Olivares obtuviera una licencia especial del Inquisidor General en 1624 "para que pueda tener y leer qualesquier libros de rabinos que hubieren traducido, parafraseado o comentado en lengua española el Viejo Testamento o qualquiera parte del", indica que el interés que tenía por estas obras de teología iba más allá de la belleza de su encuadernación."

J. H. Elliott: El conde-duque de Olivares

5 comentarios:

  1. Pues un poquito de sangra de esa habrà en la venas por que ya se me estan creando un par de ideas que se van retorciendo con eso del saqueo de Montserrat. Creo que en esa época ya había el grabado en Montserrat " Catalunya serà cristiana o no serà" que junto a esta historia del conde duque son una buena semilla para una aventura...
    Albert Tarrés

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  2. Investiga también un poco sobre "la biblioteca de libros vueltos" de Felipe II, que estaba en El escorial y que tenían todos el lomo tapado (Vamos, que en las estanterías se veían sólo las hojas). Y es que nuestro rey Inquisidor tenía un gran apego por las cosas esotéricas...

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  3. Mas tarde a Montserrat regresó Himmler, pero esa es otra historia que también da para un par de buenas aventuras.

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  4. Precisamente en eso se basaba la ultima campaña que dirigí de cthulhu a mi gente... fueron buenas sesiones de juego. Por haber dirigido con Montserrat de escenario me llamó la atención precisamente el tema de los libros expoliados allí.

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